28 de abril de 2016

Limitantes del "Primero yo"

Las consecuencias del Ego en una carrera musical

No hace mucho todavía mucha gente me consideraba "egocentrista" pero esa época del ego acabó para mí ya desde hace mucho justo cuando comencé a darme cuenta que realmente mi vanidad comenzaba a darme complicaciones. Es decir, cuando un músico se siente orgulloso de serlo está muy bien pero cuando la dosis de autoestima va más allá de lo recomendable es cuando las cosas comienzan a andar mal. Yo mismo, a lo largo de mi carrera, deseché o evité a muchos colegas precisamente por su ego inflado y no solo fui yo, otros colegas también evitaban a los mismos egocentristas precisamente por ello pero sin darme cuenta comencé a andar igual hasta que un día acá en la Ciudad de México otro colega que andaba formando un grupo de Blues me dijo que sería magnífico formar "una banda" conmigo pero que él quería hacer algo sencillo y sin estrellas. Me llegó el mensaje velado. Realmente me estaba diciendo que no podía con mi autocomplacencia pero de una manera bastante educada y respetuosa. Desafortunadamente se deja huella, buena y mala, y todo lo que yo expresara después sería tomado como "un desplante de estrellismo". Decidí entonces dejar el ego de lado y concentrarme en hacer las cosas bien y tomando en cuenta a los colegas con los que estuviera trabajando. Y toda la perorata anterior viene al caso por el asunto de que el egocentrismo puede acabar (o limitar en el mejor de los casos) la carrera de cualquier músico y eso sucedió con artistas como Ritchie Blackmore, Yngwie Malmsteen, Madonna, Noel Gallagher y, entre otros más, el recientemente fallecido Prince.

Pero el que sean personajes con un alto nivel de ego no quiere decir que sean por fuerza malos, de hecho en algunos casos es precisamente su sobrada capacidad lo que acentúa más el defecto. Prince por ejemplo, para mi gusto fue un artista cuyo talento le permitió hacer virtualmente lo que él quería y no lo que su agente o disquera le impusieran. Prince creó toda una época y de hecho es de los contados artistas autoadministrados que mejor manejaron su carrera en muchos  sentidos (Prince fue considerado un éxito de taquilla y una garantía total de ventas en los años 80 y parte de los 90). Ritchie Blackmore es, como en el caso de Paul McCartney, un músico serio bastante exigente y perfeccionista al grado tal que modificó dos veces la alineación del grupo que lo llevó a la fama, Deep Purple, simplemente porque necesitaba que las cosas funcionaran bien técnica y musicalmente hablando. Conviene reconocer que Rod Evans pasó por muchos episodios de excesos y estuvo a punto de poner en jaque al grupo en tanto Ian Gillan (reemplazo de Evans) tenía una apreciación más operística de la música que hacían y su divergencia radicó en que Blackmore quería hacer un rock más duro. Yngwie Malmsteen por su parte es todo un caso; el guitarrista sueco tenía una meta claramente establecida de lo que él quería hacer y por ende todo aquello que chocara contra su idea no era de su agrado (aún así Malmsteen sí tiene sobrado nivel de narcisismo).

Pero el ego de muchos de esos artistas tiene una extraña razón de ser y en casi todos los casos es la misma: autoestima dañada.

Curiosamente en la mayoría de los casos que he mencionado sus inicios son virtualmente parecidos. Los artistas comienzan enfrentando rechazos y hasta humillaciones (John Lennon cierta vez dijo que él no se sentía agradecido con el público porque él había pagado un costo aún mas elevado que el precio de las entradas y de los discos que vendieron los Beatles y George Harrison apoyó tal hipótesis añadiendo que los fans dejaron sus gritos y su dinero pero que ellos habían pagado dejando los nervios. Paul McCartney en algún momento hizo referencia a lo mismo diciendo que ellos habían pasado por muchas humillaciones a lo largo de su ascenso a la fama) y también sacrifican los artistas muchas cosas propias de cada momento. Los hay quienes sacrificaron momentos de fogatas, paseos, futbol y novias hasta los que sacrificaron las etapas de crecimiento de sus hijos. Debe tomarse en cuenta también que las horas de lecciones y práctica resultan tan castigadoras como el precio mismo del equipo que un músico debe comprar para poder tocar su música.

Poca gente puede entender que el artista egocentrista en realidad está creando un mecanismo de defensa por previas experiencias desagradables aunque no debe dejarse fuera el hecho de que existen megalomanías que alcanzan el nivel clínico de "sobreestimación". Desafortunadamente es precisamente la gente que no lo entiende la que decide si un artista sube o no sube en niveles de fama. Sucede precisamente en los casos de Malmsteen y Prince que, siendo un par de genios, su música no está colocada al nivel merecido y pocos son los medios que los mencionan. La diferencia en ambos es que el sueco es bastante ortodoxo y ha limitado su concepción como artista a una suerte de "Metal Neoclásico" enfocado al virtuosismo tipo Paganini de cuyo encasillamiento ya no puede escapar. Las ventas de sus discos se limitan a un público definido y fiel pero también un tanto limitado (y cuya mayoría se compone de guitarristas). Prince por su parte fue un músico más extenso (dominaba 30 instrumentos) y con amplia experiencia en el campo de la producción (su padre, músico, era propietario de un estudio de grabación) y su trabajo comenzó con la ya mencionada autoadministración y con la autoproducción. Prince creó todo un mercado dentro del funk-soul con claros tintes de blues y godspel a pesar de que nunca fue realmente apreciado como se debería pero en cierto modo fue bastante más práctico manejando su propio mercado pleno de gente con gustos comerciales y al mismo tiempo atraído por su extraña imagen indefinida y bastante sexual. Lo cierto es que Prince ganó tres premios Grammy y Malmsteen no ha sido siquiera nominado.

Ritchie Blackmore es el resultado de una exigente escuela de música y un terriblemente conservador y disciplinado seno familiar. Si existieron niños consentidos y sobreprotegidos después de la segunda guerra, Ritchie no fue uno de ellos. Desertó del colegio a temprana edad y fue ayudante de un operador de radio en un aeropuerto militar en donde se enfrentó a muchos desplantes de oficiales incluído su padre y sus lecciones de guitarra dependían en mucho de su instructor Big Jim Sullivan. Por este comenzó a trabajar como músico de sesión y por las tardes asistía a la escuela de iniciación musical en donde, en sus propias palabras, era harto cuestionado por profesores y compañeros de clase. Resulta un tanto irónico que solamente dentro de un estudio de grabación Ritchie fuera mas respetado y apreciado en contraste con las personas que estaban más cerca moralmente de él (aunque fue su padre quien siempre le dio ánimos para seguir adelante con la guitarra). Ritchie se enfrentó al hecho de que muy pocos músicos con preparación formaran parte de las filas que aspiraban a tocar en un grupo de Rock y en The Savages aprendió a odiar a los músicos empíricos que dependían mas de situaciones externas que de tocar bien y su encuentro con el profesional teclista y maestro Jon Lord, que a su vez estaba asociado con otro músico de escuela llamado Ian Paice, le hicieron más exigente aún ya que trabajar entre profesionales le ampliaba el horizonte pero también lo colocaba en la difícil posición de no poder actuar con "cualquier otro" que no tuviera estudios y, como mencioné antes, eran pocos los músicos que tuvieran preparación musical formal por ese entonces en Inglaterra. Blackmore probablemente tenga un gran ego pero este definitivamente no es gratuito.

Las consecuencias de mantenerse dentro de esos límites del ego, me refiero a nivel fama, estriban en que las carreras de estos artistas se encapsulan y se confinan al grado tal que, pese a que pueden realmente ser los mejores, el público real y el potencial los observan con ojos totalmente diferentes. Para los religiosamente fieles, el artista en cuestión tiene una razón de ser pero para el resto ese artista ha perdido el piso. Y en muchos casos así es, muchos han perdido el piso. No todos ciertamente pero sí artistas como Madonna, Lady Gaga, Lindsay Loghan que actualmente poco pueden aportar a sus respectivas carreras y sus dañadas reputaciones. En el caso de Malmsteen, Blackmore y Prince existe toda una polémica pero si de algo jamás se podrá discutir ni jamás se podrá cuestionar es la calidad de artistas que ellos tienen.

Sea pues, dejemos el Ego por un lado.

Es cuanto

Messy Blues

21 de abril de 2016

Un gusto culposo: Adele

Entre malos apreciadores del Rock te encuentres...

Hace un tiempo recibí algo así como un mail instándome a "Reflexionar" sobre mi opinión a gustos "fresas" (en virtud a una lista del extinto "Fuego Blanco" del repertorio que un ex colega nos había extendido, más pop que el Moco Jackson) y remata ese párrafo con lo siguiente:

"Eso es raro viniendo de alguien que propuso canciones de Adele..."

Me hizo cagar de la risa. Si eso fue en defensa propia, wow, es pésimo para eso.

Solo como para hacer ver ciertas diferencias entre "No doubt" y "Adele", comencemos con la calidad de música y voces, ya dejemos el Rock un poco de lado y, peor, "I was made for loving you babe" de los payasos de Kiss como uno de los mejores tracks de Rock. Por Dios!!!, es en serio????. Yo pensé que yo era no docto en esto del "Retro" pero los hay que hasta se venden como tales.... SIN SERLO!!!!.

Ahora bien. Adele. Cierto, no es lo mas rockero que se haya dado pero es música de CALIDAD muy por encima de No doubt (y su ridícula cantante). Me encantaría ver a una persona del grupo de este señor cantando la pieza mas sencilla de Adele y, mas aún, alcanzar el grado académico de sus músicos y coros. y, perdón que lo mencione así porque ya había prometido no ser conflictivo, pero es que honestamente hay argumentos que pretenden ser demeritorios que dan mas risa que coraje.

La neta Don, qué pinche gusto tan mas jodido te cargas. Sí, esperé mucho tiempo para decirlo, y qué?.

13 de abril de 2016

Y por qué nos sale mal?

La Empatía, algo que desconocemos los mexicanos

Hasta hace todavía muy poco, y a pesar de contar con valiosas amistades y apoyos morales de algunos familiares, yo solía sostener conflictos varios con personas con las que chocaba de entrada (y no siempre fui yo el que reaccionaba así, hay que destacar) siendo muchas veces bastante enconoso en mis desquites. De hecho fue hasta que me sentí bastante defraudado por una persona a la que de verdad estimaba que me di cuenta de lo miserable que se puede llegar a ser teniendo una personalidad poco participativa y poco coherente con lo que se predica. Es decir, reconozco que mi forma de ser, si bien tratando de ser cordial, muchas veces rayaba en lo megalómano y solía confrontarme por asuntos tan absurdos como poco prácticos moralmente hablando.

De esa ocasión en la que me sentí defraudado hice un análisis interno y me puse en el banquillo observando las cosas que estaban bien y las que no estaban bien en mí. Sin lugar a dudas descubrí que es verdad aquello de "Lo que te choca te checa". Era obvio que debí sentir mucho odio y rencor pero de repente me detuve precisamente a hacer ese análisis de mí mismo, sin autocompasiones, sin autoglorificaciones, sin sentimientos intermedios, fríamente. quién soy, qué soy, cual es mi misión?. Si fui parte de un juego o no, se debió a que yo mismo me presté. Descubrí que yo mismo era parte de esas cosas que solía odiar, yo mismo tenía esos defectos que no me gustaban de la gente y de hecho yo mismo solía ser bastante envidioso en algunas situaciones. El caso es que descubrí que yo tenía poca capacidad de empatía y eso no era nada bueno. Me vería bastante ridículo haciendo ver que de repente fui iluminado y cambié. No, no creo haber cambiado ni un ápice pero aprendí, eso sí, a ser más tolerante y lo hice por conveniencia propia, confieso.

Al punto. En el perfil facebook de una apreciada amiga y colega musical leí algo que me llamó particularmente la atención y fue una "meme" en la que decía que a los mexicanos nos va mal por lo siguiente:
  • Desigualdad económica
  • Desconocimiento de la realidad
  • Incapacidad por ser empáticos
  • Asumir como válido todo lo que se dice en los medios de comunicación
  • Nos falta curiosidad por indagar sobre el mundo que nos rodea, conocernos a nosotros mismos y el lugar que habitamos (y metidos en el FB, peor la cosa)

Creo que lo anterior no es la biblia pero tiene mucho de razón. Me enfocaré no obstante a la empatía que definitivamente es la virtud que nos permite interactuar con la gente, tanto con la que encajamos a la perfección como con la que no encajamos y eso es bien importante porque en este mundo hay tantos criterios como personas y somos millones de estas en este planeta. Nuestra vida diaria será siempre afectada por la interacción con el resto del mundo.

En México se da mucho la problemática de las fricciones con los demás porque creemos que los demás quiere fastidiarnos. Nos sentimos tan perfectos que creemos que los demás están equivocados y esto puede ser evidente desde una charla que deriva en discusión hasta una pelea en el transporte público porque alguna persona nos codeó sin darse cuenta y si la otra persona resulta igual de necia el pleito es seguro. Podemos no saber mucho de lo que nos gusta pero sí alegamos que somos expertos y tachamos de incapaces a otros que realmente pueden hacer bien las cosas y hasta pareciera que nos molesta mas si la otra persona decide ignorarnos. Nos convertimos en especímenes de guerra sin estar capacitados para la misma.

El famoso "bullying" que, si bien no es exclusivo de nuestro país, sí es muy común en el mismo. Si somos físicamente superiores gozamos del poder que ello nos da, si somos manipuladores aprovechamos esa capacidad para hacer y deshacer controlando a los demás. Solo somos muy amigos, casi hermanos, de personas que han logrado aceptarnos y nos soportan tal cual somos pero incluso en esos casos algunos terminan alejándose eventualmente. Somos capaces de hacer burla pública del mal ajeno y nuestro sentido del humor puede ser tan cruel que lastimamos mas que si golpeáramos a la gente aunque nosotros consideremos que "son bromas".

Nos cuesta trabajo mostrar sentimientos y hasta podemos ser incluso generosos pero nuestra forma poco empática de ser siempre nos pondrá en un plan de conflicto permanente. Pocas veces, realmente muy pocas veces, aceptaremos que la postura equivocada fue de uno mismo. No estaría de más mencionar que muchas guerras comenzaron por la poca empatía que sintieron personas que en ese momento tenían un poder que requería responsabilidad.

Ahora bien. Es muy triste que nosotros, los mexicanos, alabemos tanto a personas de otros países y seamos tan despreciativos con nuestros vecinos. Para muestra un botón: cuando hubo atentados en Francia muchos pusimos en nuestros perfiles de facebook un "watermark" de la bandera de ese país y hubo una reacción adversa de "en Siria también hay muertos y nadie puso la bandera de Siria", "en México también hay muertos y nadie puso la bandera de México" y así el caso podría extenderse a muchos ejemplos y no es la importancia que en realidad no tiene el facebook, sino la evidente muestra de la falta de empatía que existe entre nosotros, aunada esta con los demás problemas señalados en la lista antes citada.

Hoy no soy, como ya dije, un iluminado ni mucho menos. En realidad solo he subido un escalón hacia el mejoramiento al tratar de reconocer que mis lados negativos son el peor lastre para un estado de estabilidad emocional pero sí me resulta muy triste ver que en México tendremos tecnología de punta y sistemas educativos envidiables pero como personas aún estamos en la antesala y no mostramos muchas ganas de cambiar la programación mental para sentirnos mejor y mas productivos.

Es cuanto

Messy Blues