Queen y el vértigo de la cima
En los años ochenta, recién Queen había lanzado su onceavo disco oficial, "The Works", también fue puesto a la venta un libro escrito por Roy Thomas Baker y Jerry Hopkins (uno productor de los primeros discos de Queen y el otro biógrafo de estrellas de rock) llamado "Working Under Pressure" que en realidad estaba orientado a David Bowie. Dicho libro duró poco en circulación después de que Elektra interpusiera algunos recursos legales por el título y por implicar al grupo y mencionar datos que la disquera llamó "imprecisos" respecto a la relación legal del grupo con EMI Capitol y su acuerdo con Elektra. Pero básicamente el libro era una dura respuesta a las difamaciones que Paul Prenter arrojó sobre el vocalista Freddie Mercury aproximadamente en la misma época del concierto "Live Aid" y a la vez una reivindicación para Bowie. El punto es que en ese libro de 1985 mencionaron algunos detalles de Queen que aparecieron en la película como el eventual distanciamiento entre Mercury y el resto del grupo a partir de 1977, justo cuando Prenter comenzó a asesorar a Freddie respecto a su vocalización y presencia pública ante los medios (y con el que sostuvo una caótica relación sentimental), las discusiones entre el baterista Roger Taylor y Freddie respecto a los coros operísticos de "Bohemian Rhapsody", el incipiente alcoholismo y adicciones al tabaco y cocaína del cantante y muy particularmente la casi pelea a puños entre Roger y Freddie tras quedar en desacuerdo por grabar algunos temas que a Roger no le parecían ser música Rock como "Another one bites the dust" y la mayoría de los que conforman el peor disco del grupo, "Hot Space". Dicha bizarra pelea en la que Roger llevaba las de perder, dividió mucho a estos dos por mucho tiempo a partir de 1980 pero desde luego a Roger Tayor no le faltaba razón. En resumen, el libro de marras llegó a mis manos a través de una tía en California y como regalo de navidad, obviamente lo leí y quedó por ahí en la vida de estudiante que el viento dejó en algún otro lado. De ese libro me quedó muy en la memoria la manera en que Bowie, antagonista de Mercury, llegó al estudio, hizo algunos comentarios mezquinos y fue retado por Taylor a "hacer algo mejor", cosa que el Ziggy Stardust hizo tomando el micrófono y cantando sobre una línea de bajo que John Deacon estaba haciendo a modo de ejercicio (John siempre digitaba su bajo para no inmiscuirse en discusiones cuando había alguna, tal y como lo muestra la película). Otro poderoso detalle fue la charla que sostuvieron para volver a grabar con Freddie en la que le hicieron salir de la oficina, aunque no fue por "Live Aid" sino de hecho antes de grabar "The Works" pero en la que que establecieron que nadie más intervendría en las decisiones del grupo. Otros épicos detalles fueron las dos frases "matonas" que Roger Taylor y el guitarrista Brian May le dijeron en su momento a Mercury, Roger al señalar cruelmente que: "Nosotros te dimos la oportunidad de tocar con nosotros" (en referencia a que Freddie pidió entrar al grupo cuando aún se llamaban "Smile") y Brian al hacerle hincapié al vocalista con: "Somos un grupo de Rock Freddie, no somos Village People".
Ahora bien. Después de que "Bohemian Rhapsody" fuera lanzada en 2018 mucha gente se opinó a sí misma como fan de Queen y entre los que realmente lo somos desde aquellos gloriosos años hasta la nueva generación, eso no deja de ser cierto pero también se presta a las exageraciones lógicas de la moda. Muchos ubican temas como "I want to break free", "Another one bites the dust", "Radio Gaga", "Crazy little thing called love", "We will rock you" (despiadadamente versionada hasta el cansancio) y probablemente clásicas como "Bohemian Rhapsody", "We are the champions" y "Somebody to love" pero no conocen a fondo el verdadero buen trabajo que hizo de Queen una leyenda. A partir de colocada la película de 2018, producida por Roger y Brian, las exageraciones virales de facebook en manos de "Cultura Colectiva" (que tiene de todo menos cultura ni verdad) y otros fanáticos varios, hicieron que Freddie Mercury fuera señalado como "La mejor voz de todos los tiempos" de hecho colocándolo por encima de sus colegas en la banda. Lo cierto es que si bien la voz de Freddie fue característica, definitivamente la guitarra de Brian May ha sido por mucho el sonido mismo del grupo, así como los experimentos técnicos tanto de él como de John Deacon y Roger Taylor (ellos inventaron el efecto que hace que la voz y la guitarra se repitan como si fueran dos al mismo tiempo). Tampoco se pueden dejar fuera las voces ni de Brian ni de Roger, quien por cierto es el que le da vida a los dichosos "Galileos" de "Bohemian Rhapsody" tal y como lo señala el filme. En resumen es necesario mencionar que Freddie Mercury era una gran voz pero desde luego no era la mejor de todos los tiempos y la historia así lo hace ver ya que vocalistas como Roger Daltrey (The Who), Paul Rodgers (Free), Ian Gillan (Deep Purple) y Robert Plant (Led Zeppelin), entre otros, eran retos sumarios en el ánimo de Mercury y a los que nunca pudo hacerles sombra. Desde luego que hay otros talentos de Freddie Mercury que jamás podrán ser ni discutidos ni debatidos como eran su habilidad para componer por sí mismo temas complejos que hoy son históricos, su visión musical, su dominio escénico y muchas otras cosas en las que Freddie Mercury sí fue el primero.
Pero también hay que tomar en cuenta un severo complejo que Mercury sufría, el de sentirse ignorado. Los primeros cuatro discos de Queen, los mejores de hecho, muestran a un Mercury Maestro dominante de la música y la voz aparte de ser el precursor de una imagen en stage que justificaba al ente "hombre/mujer" muy reconfortante para algunas consciencias liberales y básicamente una revolución por sí misma en sentidos artísticos que aún hoy son vilipendiados, incluso el del diseño gráfico (Freddie hizo todas las portadas y el logo del grupo). Freddie sufrió, según él mismo lo dijo varias veces, de cierta soledad en sus días de colegio y luego vino la persecución política cuando Zanzibar dejó de ser colonia británica y la familia Bulsara tuvo que emigrar a Londres. Sus diferencias étnicas en su momento fueron objeto de burlas y acoso social y Farouk (su nombre real) fue confinado a la soledad de su habitación en casa o en el colegio, como ya mencioné arriba. Mercury era definitivamente un genio, un cerebro científico y artístico pero la Inglaterra de los primeros años sesenta, tan inclinada al nacionalismo, lo limitaba de manera dramática. Sus contactos con el naciente MOD londinense y el advenimiento de la beatlemanía lo animaron a dedicarse más a su indiscutible habilidad de tocar el piano y la guitarra (así es, Freddie también tocaba la guitarra) y cantar favorecido por sus incisivos adicionales que tan famosos se hicieron también. De alguna manera Mercury, por ese entonces autollamado Frederick Bulsara, encajaba en la postura irónica y cruda de un John Lennon rebelde así como en el cinismo del Rolling Stone Keith Richards y sus héroes del momento eran The Who, Yardbirds, Eric Clapton y Jimi Hendrix, a quien adoraba de manera particular. De ese modo Mercury palió su inseguridad y se refugió en el "Showbizz" aunque de manera más bien externa. Pero eso fue precisamente el motor inspirador que le hizo patológicamente perfeccionista y le valió haber creado grabaciones maestras a la altura de la multicitada y harto conocida el día de hoy como lo es "Bohemian Rhapsody". Resulta peculiar pensar que los demos que dieron lugar a discos como "Queen" (1973) y "Queen II" (1974) fueron trabajados en un tiempo récord de una semana en ratos de "tiempo muerto" en el que los estudios no eran utilizados por nadie y, no obstante eso, muchos pasaron a ser parte de las grabaciones finales. Si Mercury era un bisoño "Paki" (así les llamaban a los paquistanís en Londres por ese entonces) en las calles del Shepperd´s Bush y el Picadilly Circus (no, no es un circo, así se llama el lugar), en el estudio y en el escenario Freddie Mercury era tan Dios como se le pudiera haber considerado a Eric Clapton. Sus temores infantiles y de adolescente los combatió escribiendo canciones y creando su personaje escénico y su carácter pretendidamente extrovertido eran un mecanismo de defensa ante sus demasiados complejos por ser moreno, delgado y por tener los dientes prominentes. Irónicamente mucha gente por esos días de debut creía que el vocalista de unos tales "Queen" era una lesbiana con nombre masculino.
En los años setenta Freddie Mercury se reinventó varias veces hasta que tuvo la poca fortuna de darse de cara con la moda de las discotecas (hoy llamadas antros) y el naciente activismo pro derechos homosexuales. En esas reinvenciones pudimos conocer al menos a tres Freddies diferentes como el Dandy de cabello largo y ropas "Glam", el arlequín con leotardos y el gamberro de chaqueta de piel y playeras con el logo de Flash Gordon. En ese periodo Queen podía viajar al espacio sideral compitiendo con los también mencionados Daltrey, Gillan y Plant y a la vez darse unos picones con el eterno burgués perverso del rock, Mick Jagger de los Rolling Stones. Freddie fue definitivamente un ícono del Rock a partir de "Killer Queen" ("Sheer heart attack," 1974) hasta probablemente "Don´t stop me now", incluído en el disco en el que Queen comenzó su declive creativo, "Jazz" (1978) y en el que el alarde de maestría dio paso a lo comercial con sus también hostigantes "Fat bottomed girls" y "Bicycle Race". Según Baker y Hopkins, este periodo fue el que comenzó a marcar ciertas diferencias entre Freddie con Brian May y Roger Taylor aunque siempre estaba tímidamente respaldado por John Deacon. A decir de muchos expertos, el lanzamiento de "Queen Live Killers" definió el final de esa primer época de Queen como grupo de Rock, misma que se caracteriza por ser del orden de bandas Monstruo como los propios The Who, Led Zeppelin, Jethro Tull, Genesis, Passport, Yes, Premiata Forneria Marconi, Deep Purple, Judas Priest, Rush, Pink Floyd y Kansas, esta vez haciéndole fuerte sombra a un diluido y debilitado Paul McCartney que ya hacía discos por encargo comercial. Después de "Live Killers" (uno de los mejores discos en vivo en la historia del Rock) Queen se inclinó dramáticamente hacia el "Techno Disco" cayendo abruptamente bajo su calidad acostumbrada. El soundtrack de "Flash Gordon" fue en realidad una invitación que Dino De Laurentis, productor y director de ese filme, a Brian May para hacer la música de la película pero Brian aprovechó para levantar los votos del público hacia el grupo, lo que consiguió por poco tiempo y hoy ese disco no es considerado malo, simplemente ni siquiera es considerado un disco en forma. Pero "Hot Space" es en definitiva el peor disco que Queen haya hecho en toda su historia y esto debido en mucho a los complejos de Freddie señalados atrás en los que necesitaba sentirse aceptado y Paul Prenter le había convencido de que la música disco era la tendencia. Este periodo fue el de "Pago por audacia" ya que fue el que más confrontó a Queen con su vocalista y eso se puede ver en los discos solistas de Roger Taylor ("Fun in Space") y Brian May ("Star Fleet Project"), ambos de 1984 en los que también ambos tocan con un sonido bastante más rock que siquiera como Queen y de hecho fue cuando se dio la pelea Roger vs Freddie, reseñada en la película. Es un dato poco conocido que Brian y Roger coquetearon con Ronnie Jame Dio para que este reemplazara a Freddie dentro de Queen ("Like a rainbow in a dark" del vocalista Ronnie tuvo una versión "entre amigos" con Brian y Roger pero luego fue grabada en forma con sus propios músicos) y aunque hasta el día de hoy Roger y Brian niegan tal hecho, bastantes testigos, incluido Ronnie, dieron fe de eso.
Los problemas de Queen como grupo no terminaban de acabarse, cuando realizaron la grabación de "The Works" había tantos problemas administrativos como líos personales se pudieran contar, sin embargo en cierto modo el disco marcó cierto regreso del grupo al rock aunque su tributo a "Metropolis" (la primer película Dark Fiction realizada por Fritz Lang en 1927) en "Radio Gaga" fue considerada como parte de lo más comercial del grupo junto a su medrosa y gatuna "I want to break free", que muchos consideran el momento en que Freddie salió del closet (y que les valió una estrepitosa caída de su popularidad en Estados Unidos). Aparte de esos dos temas el disco "Per sè" es un mejor trabajo que "Hot Space" aunque bastante menos bueno que "The Game" (1980). Sin embargo "The Works" marcó un buen comienzo después de peleas y alegatos aunque muestra a un Freddie Mercury con la mitad de capacidades creativas que tuvo en los años setenta, nada que pudiera compararse con las grandilocuencias de "Bohemian Rhapsody" o "Somebody to love", aunque "A hard life" resulta ser una canción excelente. A pesar de esa caída Freddie Mercury siguió siendo el Freddie Mercury de voz intensa en un disco de campo minado como es "A Kind of Magic" en el que hubo buenas cosas pero siguieron a tientas dentro de lo mercantilizado, aunque es cierto que este disco les dio oportunidad de realizar una de sus más ambiciosas y redituables giras mundiales: "The Magic tour". Aún con el silencio posterior derivado de su diagnosticado VIH en 1987, Freddie Mercury y Queen dejaron con "A Kind of Magic" un buen revuelo comercial que los mantuvo vigentes como artistas del momento, no así como leyendas del rock como antaño, y la generación nacida a mediados de los setenta terminaron vinculándolos con artistas del tipo mercader como Michael Jackson y el señalado Paul McCartney, ni siquiera el "Live Aid", en donde arrasaron, pudo devolverlos a la altura de Led Zeppelin o The Who, incluso fueron abatidos como rockeros por grupos más jóvenes como Van Halen, Iron Maiden y hasta los caseros Metallica. Aún con su excelente voz Freddie Mercury se había convertido en un artista vodevil en los años ochenta.
Según Brian May en una entrevista de 1994, tres años después de la muerte de Mercury, el cantante era descuidado y poco disciplinado (también mencionado en el libro citado al principio) y de hecho le gustaba la juerga tanto como tocar el piano. Padecía nódulos en la garganta, fumaba de manera alarmante y era capaz de beberse una botella de champagne en un par de horas. Resulta necesario destacar que Freddie estaba desgastado físicamente en la grabación de "The Miracle" (1987) y completamente mermado en la de "Innuendo" (1991) pero su voz siguió siendo la misma al final de los 18 años que duró la carrera musical de Queen. Cuando entre 1988 y 1990 se rumoreaba que Freddie padecía SIDA, muchos fanáticos nos negamos a aceptar tal cuestionamiento dado que los discos recientes marcaban un cantante en forma, así que sorpresivo y amargo fue saber el 24 de noviembre de 1991 que: "Falleció de SIDA el cantante Freddie Mercury". Por mucho, el cantante que siempre vivió e hizo las cosas a su modo aunque a veces las hiciera mal. Al cerrar el día Freddie está lejos de ser "La mejor voz de todos los tiempos" (Frank Sinatra y Elvis Presley podrían desmentir eso si vivieran) pero sin duda sí es un artista único en demasiadas cosas, se exigió mucho a sí mismo y logró que su música trascendiera al nivel de grandes dentro del rock como los Beatles y el propio Elvis pero también al nivel de Mozart y Chopin, cuando Queen hacía buena música.
Es cuanto
Messy Blues
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