"Blues Whisper" Un disco que tardó casi diez años en ver la luz
Si algùn disco me produjo cierta frustración en su desarrollo no fueron ni "En la tierra del fuego blanco" (cuya producción fue tan mediocre e improvisada que hoy me da verguenza siquiera escucharlo) ni las muchas ediciones de "Psycho Society" ni un tibio e intermedio "Three Cool Cats" y ni siquiera "The MOD Show" sino precisamente el disco que pocos creían que de verdad me importaba: "Blues Whisper".
Esa frustración obedeció a muchas cosas juntas como la intransigencia de mis excolegas en "Crash Fuego Blanco" y su poca visión para pensar en serio hacer música. Es decir, para uno la idea de Rock eran los Enanitos Verdes en el mejor de los casos y hasta se dio el lujo de insistir que Héroes del Silencio eran mejores que Jimi Hendrix. Para la otra, su idea de ser músico de rock radicaba en cobrar bien cada actuación si no, mejor ni tocar. Esto es válido cuando lo que haces está a la altura de lo que pretendes y en ninguno de ambos casos los tangos y argüendes ameritaban lo que ellos respaldaban. Irónicamente 1999 y el 2000, con esos colegas, fueron probablemente la época del grupo que mejor se cobró.
Como sea mi brinco de "En la tierra del fuego blanco" a "Blues Whisper" fue un proceso de maduración que no lograba concretarse. En el primero hicimos todo en una tarde, con una consola análoga y las mejores ideas para ese trabajo se quedaron en mi cabeza porque llevado a la práctica las canciones de ese disco fueron una vil imitación de Hombres G con Rock Urbano y eso haciéndome un favor. Honestamente ese disco es para mí una porquería en cuestión de ejecución, en cuestión de creatividad me siento muy orgulloso de esas canciones pero desde luego refiriéndome a mí trabajo de compositor, el trabajo de mis colegas, con el respeto debido, dejó mucho qué desear como músicos.
"Blues Whisper" nació cuando tuve la alocada idea de hacer una especie de album triple (40 canciones nada menos) llamado "Shadows&Lights" en el que contaba una especie de Rock Opera pero con algunas variantes que iban del blues al hard rock tocando incluso algunas tonalidades de heavy pero aquello se volvió tan pretensioso que reconozco me extralimité sobreestimando la capacidad de quien en ese entonces compartía conmigo la responsabilidad frontal de aquella banda. No me extraña que para junio del 2002 ya me tuviera harto, realmente harto. No es acusación aunque así suene, mas bien es queja. De no haber sido por aquellas posturas de grandilocuencia de alguien que se sentía demasiado perfecto como para que yo lo mereciera no me hubiera sentido desinflado ni desanimado así que "Shadows&Lights" comenzó a sufrir fracturas porque lo dividí en dos obras dirferentes. Una de estas es "The MOD Show" que es una especie de espectáculo que me reservo para montarlo y presentarlo cada que yo esté de humor y la otra parte es precisamente "Blues Whisper". El primero es todo lo que contenía rock y el segundo es, como su nombre lo dice; blues puro, neto y honesto como el blues debe ser.
Intenté lanzar "Blues Whisper" por la acostumbrada vía web pero por una u otra no había o el tiempo o el momento adecuados y, para variar, si no andaba buscando baterista andaba en pelitos personales con quienes de una u otra manera orbitaban en torno a "Crash Fuego Blanco". En Crash militaron muchos bateristas, cierto, pero solo uno merece para mí una mención moral y ese es César Carreño, probablemente el único que creía (y cree por lo que he notado) en lo que yo hago y el único que aguantó carros y carretas mientras el grupo duró con él tocando la batería. Así el disco no conseguía salir del atolladero por lo que después yo busqué a Luis Torres, ingeniero en ese entonces (hoy en bancarrota desgraciadamente) y al genial baterista Carlos Noyola (que en paz descanse) para darle forma a aquel proyecto.
De aquello se desprendieron muchas grabaciones primarias entre composiciones mías y covers de rock pero no se logró mucho a pesar del intento ya que mis colegas de la banda nunca estuvieron en esos momentos en los que yo buscaba precisamente unificar a la banda con proyectos nuevos. Parece ser que a ellos les gustaba mas ser un satélite doméstico de refritos del pasado (como aquel nefasto y mediocre RockCel) y las cosas nuevas les asustaban. Me van a reclamar pero me vale, a esas alturas yo ya estaba mas solo que un náufrago y la idea de estructurar el disco se convirtió en mi proyecto solista, el asunto es que yo fui el último en darme cuenta de ello.
"Blues Whisper" quedó enlatado y me dediqué a tontear musicalmente hablando yendo de aventuras por terapia con un norteamericano autocomplaciente, a un proyecto escolar con músicos que tenían casi la edad de mis hijos (que en ese entonces eran niños). Aunque me divertí muchas veces estoy seguro que lo que realmente me regresó a la música fue trabajar con Oliva Betancourt (Quiet Oly) por un lado muy responsable y seria y por el otro la única persona que, en momentos de cielos obscuros, creyó en mí y me levantó la moral. Me devolvió a ese Tonatiuh que a mí me gustaba ser y me hizo sentirme orgulloso de lo que yo hago. Así y todo también les debo un agradecimiento infinito a Judith Hernández y a Horacio Galván que, como Oly, me aguantaron demasiadas cosas y aún en aquella granizada de historia en Salvatierra estuvieron, los tres, conmigo y al pie del cañón porque ese día tendríamos una actuación. Desgraciadamente antes de ese intervalo falleció Carlitos Noyola, el amigo de la infancia que me había ayudado tocando la batería en las primeras grabaciones del "Blues Whisper", cosa que me bajó mas la moral.
Después vinieron cosas como "Fuego Blanco", la banda que hicimos en Delicias, Chihuahua con el Trimax como bajista, y luego al éxodo al DF sin que, en siete años, hubiera podido concretar, insisto, nada respecto al "Blues Whisper". El ir y venir, el trabajo y los muchos pleitos familiares parecieron hundir mas la posibilidad.
Escribir las canciones del "Blues Whisper" habían sido sin embargo mi rompimiento con lo mundano y lo clichetero porque apliqué una mejor manera de escribir letras y música escuchando cosas desde el jazz tradicional y el rock and roll sin distorsión hasta la música de las Big Bands de los años 20's y 30's. A mí me parece que, sin ser pretensioso, alcancé mal que bien un equilibrio entre lo que presumía y lo que realmente podía tocar, a mi parecer "Blues Whisper" era mi alma pidiendo ayuda pero no me había dado cuenta. Ese disco representa, como se puede apreciar, algo muy especial y personal que no podía dejar guardado.
Probablemente no sea la gran cosa pero es, y será, un disco del que me siento especialmente orgulloso. Mas especialmente porque en la producción me está ayudando Oly quien además se ha convertido en mi manager y gracias a ello es que el disco comienza a ver la luz. Los primeros dos sencillos ya han sido subidos a Internet (hasta el momento de escribir esto) y los demás no tardarán mas de una semana y media en ser subidos uno a la vez.
Aquella vez en que Oly y yo presentamos las canciones del disco en Zaratel, marzo del 2008, sabíamos que creíamos a pie juntillas en el disco, hoy esa fe se ha visto reflejada en realidad.
Quisiera dedicar uno a uno a todas las personas que me apoyaron en diez años pero son demasiadas así que me limitaré a hacerlo en la única forma en que se hacerlo bien:
Si algùn disco me produjo cierta frustración en su desarrollo no fueron ni "En la tierra del fuego blanco" (cuya producción fue tan mediocre e improvisada que hoy me da verguenza siquiera escucharlo) ni las muchas ediciones de "Psycho Society" ni un tibio e intermedio "Three Cool Cats" y ni siquiera "The MOD Show" sino precisamente el disco que pocos creían que de verdad me importaba: "Blues Whisper".
Esa frustración obedeció a muchas cosas juntas como la intransigencia de mis excolegas en "Crash Fuego Blanco" y su poca visión para pensar en serio hacer música. Es decir, para uno la idea de Rock eran los Enanitos Verdes en el mejor de los casos y hasta se dio el lujo de insistir que Héroes del Silencio eran mejores que Jimi Hendrix. Para la otra, su idea de ser músico de rock radicaba en cobrar bien cada actuación si no, mejor ni tocar. Esto es válido cuando lo que haces está a la altura de lo que pretendes y en ninguno de ambos casos los tangos y argüendes ameritaban lo que ellos respaldaban. Irónicamente 1999 y el 2000, con esos colegas, fueron probablemente la época del grupo que mejor se cobró.
Como sea mi brinco de "En la tierra del fuego blanco" a "Blues Whisper" fue un proceso de maduración que no lograba concretarse. En el primero hicimos todo en una tarde, con una consola análoga y las mejores ideas para ese trabajo se quedaron en mi cabeza porque llevado a la práctica las canciones de ese disco fueron una vil imitación de Hombres G con Rock Urbano y eso haciéndome un favor. Honestamente ese disco es para mí una porquería en cuestión de ejecución, en cuestión de creatividad me siento muy orgulloso de esas canciones pero desde luego refiriéndome a mí trabajo de compositor, el trabajo de mis colegas, con el respeto debido, dejó mucho qué desear como músicos.
"Blues Whisper" nació cuando tuve la alocada idea de hacer una especie de album triple (40 canciones nada menos) llamado "Shadows&Lights" en el que contaba una especie de Rock Opera pero con algunas variantes que iban del blues al hard rock tocando incluso algunas tonalidades de heavy pero aquello se volvió tan pretensioso que reconozco me extralimité sobreestimando la capacidad de quien en ese entonces compartía conmigo la responsabilidad frontal de aquella banda. No me extraña que para junio del 2002 ya me tuviera harto, realmente harto. No es acusación aunque así suene, mas bien es queja. De no haber sido por aquellas posturas de grandilocuencia de alguien que se sentía demasiado perfecto como para que yo lo mereciera no me hubiera sentido desinflado ni desanimado así que "Shadows&Lights" comenzó a sufrir fracturas porque lo dividí en dos obras dirferentes. Una de estas es "The MOD Show" que es una especie de espectáculo que me reservo para montarlo y presentarlo cada que yo esté de humor y la otra parte es precisamente "Blues Whisper". El primero es todo lo que contenía rock y el segundo es, como su nombre lo dice; blues puro, neto y honesto como el blues debe ser.
Intenté lanzar "Blues Whisper" por la acostumbrada vía web pero por una u otra no había o el tiempo o el momento adecuados y, para variar, si no andaba buscando baterista andaba en pelitos personales con quienes de una u otra manera orbitaban en torno a "Crash Fuego Blanco". En Crash militaron muchos bateristas, cierto, pero solo uno merece para mí una mención moral y ese es César Carreño, probablemente el único que creía (y cree por lo que he notado) en lo que yo hago y el único que aguantó carros y carretas mientras el grupo duró con él tocando la batería. Así el disco no conseguía salir del atolladero por lo que después yo busqué a Luis Torres, ingeniero en ese entonces (hoy en bancarrota desgraciadamente) y al genial baterista Carlos Noyola (que en paz descanse) para darle forma a aquel proyecto.
De aquello se desprendieron muchas grabaciones primarias entre composiciones mías y covers de rock pero no se logró mucho a pesar del intento ya que mis colegas de la banda nunca estuvieron en esos momentos en los que yo buscaba precisamente unificar a la banda con proyectos nuevos. Parece ser que a ellos les gustaba mas ser un satélite doméstico de refritos del pasado (como aquel nefasto y mediocre RockCel) y las cosas nuevas les asustaban. Me van a reclamar pero me vale, a esas alturas yo ya estaba mas solo que un náufrago y la idea de estructurar el disco se convirtió en mi proyecto solista, el asunto es que yo fui el último en darme cuenta de ello.
"Blues Whisper" quedó enlatado y me dediqué a tontear musicalmente hablando yendo de aventuras por terapia con un norteamericano autocomplaciente, a un proyecto escolar con músicos que tenían casi la edad de mis hijos (que en ese entonces eran niños). Aunque me divertí muchas veces estoy seguro que lo que realmente me regresó a la música fue trabajar con Oliva Betancourt (Quiet Oly) por un lado muy responsable y seria y por el otro la única persona que, en momentos de cielos obscuros, creyó en mí y me levantó la moral. Me devolvió a ese Tonatiuh que a mí me gustaba ser y me hizo sentirme orgulloso de lo que yo hago. Así y todo también les debo un agradecimiento infinito a Judith Hernández y a Horacio Galván que, como Oly, me aguantaron demasiadas cosas y aún en aquella granizada de historia en Salvatierra estuvieron, los tres, conmigo y al pie del cañón porque ese día tendríamos una actuación. Desgraciadamente antes de ese intervalo falleció Carlitos Noyola, el amigo de la infancia que me había ayudado tocando la batería en las primeras grabaciones del "Blues Whisper", cosa que me bajó mas la moral.
Después vinieron cosas como "Fuego Blanco", la banda que hicimos en Delicias, Chihuahua con el Trimax como bajista, y luego al éxodo al DF sin que, en siete años, hubiera podido concretar, insisto, nada respecto al "Blues Whisper". El ir y venir, el trabajo y los muchos pleitos familiares parecieron hundir mas la posibilidad.
Escribir las canciones del "Blues Whisper" habían sido sin embargo mi rompimiento con lo mundano y lo clichetero porque apliqué una mejor manera de escribir letras y música escuchando cosas desde el jazz tradicional y el rock and roll sin distorsión hasta la música de las Big Bands de los años 20's y 30's. A mí me parece que, sin ser pretensioso, alcancé mal que bien un equilibrio entre lo que presumía y lo que realmente podía tocar, a mi parecer "Blues Whisper" era mi alma pidiendo ayuda pero no me había dado cuenta. Ese disco representa, como se puede apreciar, algo muy especial y personal que no podía dejar guardado.
Probablemente no sea la gran cosa pero es, y será, un disco del que me siento especialmente orgulloso. Mas especialmente porque en la producción me está ayudando Oly quien además se ha convertido en mi manager y gracias a ello es que el disco comienza a ver la luz. Los primeros dos sencillos ya han sido subidos a Internet (hasta el momento de escribir esto) y los demás no tardarán mas de una semana y media en ser subidos uno a la vez.
Aquella vez en que Oly y yo presentamos las canciones del disco en Zaratel, marzo del 2008, sabíamos que creíamos a pie juntillas en el disco, hoy esa fe se ha visto reflejada en realidad.
Quisiera dedicar uno a uno a todas las personas que me apoyaron en diez años pero son demasiadas así que me limitaré a hacerlo en la única forma en que se hacerlo bien:
"Muchas Gracias!"
CariñosamenteMessy Blues
Mas información: Messy Blues's Website
Nota publicada de manera simultánea en mi mi portal Messy Blues, The Website
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